
¿Puede tener propósito una administración pública?
El concepto purpose, o propósito en castellano, es ampliamente conocido y utilizado en el sector privado, sobre todo el de las grandes empresas. Sin una dirección y un camino que nos guíe hacia nuestro objetivo, es imposible obtener resultados satisfactorios que garanticen nuestra continuidad. Pero, ¿cuál es el propósito de una administración pública? ¿Es posible aplicar este concepto con éxito sin caer en los tópicos del afán recaudatorio o del “vuelva usted mañana”? ¿Están implicadas las personas que trabajan en la administración? ¿Quién ejerce el liderazgo para conseguir dicha implicación?
La importancia de la Comunicación interna corporativa
La empresa tradicional, orientada a la obtención de beneficios, está dando paso a organizaciones que adoptan nuevas formas de gestión, que priorizan conceptos como la responsabilidad social, la transparencia informativa y los embajadores internos.
Es en este último concepto donde entra en juego la Comunicación Interna corporativa, un valor en alza en las organizaciones que entienden que la proyección y el éxito externos se amplifican cuando se hace partícipes a quienes trabajan en ellas.
Está tomando tal fuerza esta forma de enfocar el éxito empresarial, que se crean nuevas profesiones orientadas al liderazgo transformacional, como el chief purpose officer o chief happiness officer. Profesiones que mantienen su nombre anglosajón, quizás a causa de ese extraño complejo interno de los países de habla hispana, de creer que en inglés todo suena más cool (pues eso, yo la primera).
Sin personas no hay cambio
Por más Inteligencia Artificial (IA) que le pongamos, sin personas “humanas” no hay cambio posible. I para trabajar con y para las personas, las nuevas formas de liderazgo son cruciales para el futuro de nuestras organizaciones.
Como nos explican des de People First, el liderazgo transformacional arranca des de el interior de la empresa y centra sus esfuerzos en aspectos como el refuerzo del sentimiento de equipo, la cultura corporativa abierta al cambio o la transparencia interna.
Si las personas empleadas se sienten bien en la empresa, son escuchadas y valoradas, es mucho más probable que sientan los proyectos como suyos y por tanto ejerzan de excelentes embajadores de su empresa hacia el exterior.
Existen iniciativas enfocadas en reforzar este sentimiento de pertenencia. Linkedin por ejemplo, está apostando por las páginas de empresa, a través de las cuales sus empleados pueden actuar como prescriptores, lo que refuerza su notoriedad y tiene un alcance mucho mayor. Se trata de un beneficio mutuo, de una colaboración que no sería posible sin la implicación de los empleados y empleadas.
¿Tiene propósito una administración pública?
El compromiso emocional de los empleados públicos nace de cada uno de ellos. La vocación de servicio público se sobreentiende y se espera. Y en la mayoría de los casos (sí, estoy segura de ello), cuando se accede a un puesto de trabajo en la administración, se viene con la vocación desde casa.
¿Qué pasa después? ¿Por qué falta implicación y motivación? ¿Por qué se llega a la distimia del empleado público?
Sin alejarnos del tema que nos ocupa en este artículo, podemos listar algunas causas que dificultan que se pueda conseguir marcar un propósito en la administración: cambio de “jefes” cada 4 años, falta de liderazgo interno, partidismo feroz, cargos de confianza y palmeros varios campando a sus anchas y en campaña continua, sindicatos sectoriales con intereses individuales, burocracia asfixiante, falta de formación, normativa cambiante, que hay de lo mío, sobrecargas de trabajo, falta de cultura organizativa, brecha digital en la propia administración, departamentos de recursos humanos mal dotados y comunicación interna prácticamente inexistente.
La pandemia nos ha brindado una estupenda oportunidad para reforzar los departamentos y las acciones de comunicación interna. Sin embargo, ha sido a costa de un mayor esfuerzo por parte del propio personal, que no se ha visto reflejado en una mejora permanente. Nos hemos quedado en el intento de enviar información durante el tiempo que no hemos podido vernos las caras en persona. Felicito a aquellos que han implantado nuevas formas de comunicarse internamente y que han conseguido que se mantengan. Sin duda, querrá decir que se ha contado con el liderazgo transformacional que apuesta por la participación real de las trabajadoras y por su implicación en el cambio colectivo.
A las que seguís en el camino, perseverad. Estad atentas a los nuevos aires que están por llegar. Por qué la vida es cambio, los ciclos vienen y van y nada es permanente. En cuanto percibáis la cualidad de una buena líder, os invito a proponer, aportar y compartir. Tener una administración con propósito es posible. Contribuid a ello.
